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Mientras el presidente Biden reelabora el sistema de inmigración en la frontera, funcionarios locales en Tucsón, así como el gobernador de Arizona y miembros del Congreso, están pidiendo ayuda federal en caso de que esos cambios conduzcan a que se libere a un gran número de solicitantes de asilo en el sur de Arizona.

Aún no se ha producido tal aumento en Arizona, pero los funcionarios señalaron el enorme esfuerzo local requerido cuando la Patrulla Fronteriza liberó a miles de solicitantes de asilo, los cuales fueron atendidos por grupos religiosos, cientos de voluntarios y gobiernos locales en el sur de Arizona en 2019. La situación este año podría ser aún más compleja debido a la pandemia de coronavirus, dijeron las autoridades.

“En el pasado, esto ha llevado a una crisis local al procesar a estos solicitantes de asilo para refugios de emergencia y servicios de transporte a su destino final en los Estados Unidos”, escribió el administrador del Condado Pima, Chuck Huckelberry, en un memorando del 12 de febrero a la Junta de Supervisores.

Los funcionarios federales no se habían puesto en contacto con el condado para desarrollar un plan de refugio de emergencia, escribió Huckelberry, llamando al Departamento de Seguridad Nacional “mal preparado para manejar el problema”.

En 2019, la comunidad de Tucsón ayudó a más de 20 mil solicitantes de asilo, muchos de los cuales viajaban en familia para llegar a sus destinos en otros lugares de Estados Unidos. Los solicitantes de asilo fueron alojados en el antiguo monasterio benedictino, en iglesias locales y en un ala reformada de una parte no utilizada del centro juvenil de detención.

La situación cambió drásticamente en enero de 2020, cuando la administración Trump implementó una política en Nogales, Sonora, que obligó a los solicitantes de asilo a esperar meses o años en el lado mexicano de la frontera, en lugar de ser liberados en ciudades como Tucsón.

El viernes 19 de febrero, la administración Biden planeaba comenzar a procesar a los solicitantes de asilo en ese programa, conocido oficialmente como Protocolos de Protección al Migrante y de manera informal como Permanece en México. Hasta 25,000 solicitantes de asilo todavía están en el programa a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. Se les hará una prueba de COVID-19 antes de ingresar a Estados Unidos.

Los funcionarios federales planean comenzar a procesar a los solicitantes de asilo en Texas y California, pero no en Arizona, según informes de prensa.

“En este momento, el sector de Tucsón solo está liberando a migrantes por razones humanitarias caso por caso”, según Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).

Un refugio en el sur de México, una de las primeras paradas después de que migrantes y solicitantes de asilo cruzaron la frontera desde Guatemala, ya ha recibido el doble de migrantes en las últimas seis semanas de lo que recibió en todo 2020, informó Associated Press el jueves.

“CBP ha visto un aumento constante en los encuentros fronterizos desde abril de 2020, lo que, agravado por las restricciones de COVID-19 y las pautas de distanciamiento social, ha provocado que algunas instalaciones alcancen la capacidad máxima de retención segura”, dijo la agencia en un comunicado.

“Según una práctica de mucho tiempo, cuando las soluciones de retención a largo plazo no son posibles, algunos migrantes serán procesados para su expulsión, se les proporcionará un Aviso de Comparecencia y se les enviará a EE. UU. para esperar una futura audiencia de inmigración”, según CBP.

Los funcionarios locales se reunieron la semana pasada con funcionarios de la Patrulla Fronteriza, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) y las oficinas del Congreso para discutir la posibilidad de que lleguen más solicitantes de asilo a Tucsón, dijo el concejal de la ciudad de Tucsón, Steve Kozachik.

“Podemos gestionar esto, pero no podemos financiarlo”, dijo Kozachik.

Le preocupa tener suficiente espacio en los refugios locales, como el refugio Casa Alitas, que es administrado por Servicios Católicos Comunitarios (Catholic Community Services) y jugó un papel integral en la ayuda a los solicitantes de asilo en 2019.

“Está a punto de convertirse en un verdadero desastre”, señaló Kozachik.

Diego Piña, gerente de programa de Casa Alitas, dijo que el número de solicitantes de asilo en el refugio ha aumentado un poco desde el comienzo del año, pero “está dentro de nuestras capacidades y las de nuestros socios”.

Casa Alitas ha brindado servicios continuamente durante la pandemia y Piña se mantiene en contacto regular con los departamentos de salud locales para atender cualquier inquietud médica en el refugio.

“Tenemos una comprensión buena y firme de cómo hacer esto de manera segura”, dijo Piña.

Calcular cuántos solicitantes de asilo hay en los Protocolos de Protección al Migrante es difícil, dijo Sara Ritchie, de Kino Border Initiative, un grupo católico que brinda servicios a migrantes y solicitantes de asilo en Nogales, Sonora. Pero ella estima que hay entre 200 y 400 en esa ciudad.

Dijo que estaba “feliz” por los solicitantes de asilo que podrían ingresar a Estados Unidos bajo el plan de Biden, pero “muy preocupada” por aquellos a los que se les negó una audiencia el año pasado o vieron sus casos cerrados porque no pudieron hacer el arduo viaje a El Paso, donde los solicitantes de asilo en Nogales tienen sus audiencias en la corte de inmigración.

El diputado federal Raúl Grijalva, un demócrata cuyo distrito incluye la mayor parte de la frontera en Arizona, pidió al DHS que designe fondos federales a los que “puedan acceder inmediatamente las organizaciones no gubernamentales, los condados y las ciudades que ayudan a las familias que buscan asilo en la frontera de EE. UU. con México”.

El gobernador republicano Doug Ducey escribió una carta el 17 de febrero al director del DHS.

“Mi oficina ha escuchado preocupaciones de las fuerzas del orden y las comunidades fronterizas de que derogar los MPP (Protocolos de Protección al Migrante) resultará en una afluencia significativa de personas no autorizadas en Estados Unidos a través de la frontera nacional con México”, escribió Ducey.

Entre las preguntas que Ducey le hizo al jefe del DHS se encontraba cómo deberían prepararse los trabajadores de la salud y si la administración financiaría el tratamiento médico para los solicitantes de asilo en los hospitales que ya se ven afectados por la pandemia.

También preguntó si la administración se comprometería a poner en cuarentena a todos los migrantes que den positivo por COVID-19 para que no sean liberados en la comunidad mientras sean contagiosos.

Ducey instó al DHS a coordinarse con la policía local y preguntó cómo los que sean liberados en la frontera serán “responsables de asistir a sus audiencias judiciales, de sus acciones hasta esas fechas judiciales y la transferencia segura a los servicios una vez que la corte decida”.

Los senadores estadounidenses Kyrsten Sinema y Mark Kelly, ambos demócratas de Arizona, pidieron al jefe del DHS que “tome medidas inmediatas” para garantizar que el DHS “tenga suficientes recursos en Arizona para mantener seguras a nuestras comunidades y garantizar que los migrantes sean tratados de manera justa y humana”, según una carta del 4 de febrero de los senadores.

“Liberar a los migrantes sin la prueba de COVID-19 afectará directamente a las comunidades de Arizona”, escribieron los senadores. “Si el DHS no puede desarrollar un proceso de prueba de COVID-19 por sí solo, se debe contratar a un contratista externo o socio comunitario para que se encargue del esfuerzo”.

Los senadores señalaron la falta de suficiente transporte en autobús en 2019, lo que dificultó el traslado rápido de los migrantes a las comunidades donde había asistencia disponible.

Pidieron recursos adicionales para transporte, capacitación para el personal que maneja el proceso de asilo, un plan de vacunación mejorado para el personal del DHS en la frontera y recursos adicionales para organizaciones no gubernamentales.


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Contacta al reportero Curt Prendergast en cprendergast@tucson.com. En Twitter: @CurtTucsonStar